Fredy Guevara investigador del grupo de calidad del aire de la Universidad Nacional, aseveró que “hay una fracción de la propia emisión del bus que se está metiendo en la cabina donde van los pasajeros y que corresponde a un fenómeno de autocontaminación, es decir, que los buses se están contaminando así mismos”

La sección más contaminada del bus sería la parte trasera al contener un 35% del material particulado,  que es impulsado hacia este sector por el movimiento del bus mientras el resto de partículas permanecen suspendidas en el resto del bus, según el informe el nivel de contaminación supera 22 veces el nivel permitido por la organización mundial de la salud, permanecer estar entre 20 y 40 minutos dentro de uno de estos buses corresponde a respirar un aire altamente contaminado, se hace necesario utilizar máscaras o permanecer con tapabocas en trayectos largos esencialmente en horas pico.

Las avenidas como la de la calle 80 y la Caracas son un foco de riesgo en cuanto a la calidad del aire de los peatones y usuarios.

Transmilenio responde que la flota debió haber sido cambiada hace 7 años, que el recorrido de los biarticulados supera el millón de kilómetros recorridos y que una licitación busca poner en marcha 1.400 buses nuevos.

Lo que no informa Transmilenio es que busca incorporar 700 buses euro 5, tecnología prohibida en Europa por contribuir o causar graves enfermedades respiratorias como el cáncer de pulmón y que no se renovó la flota esperando que se hiciera el metro subterráneo, el cual hubiese evitado el uso de muchos de estos contaminantes articulados, proyecto que la administración Peñalosa no quiso ejecutar al dar prevalencia económica a este tipo de transporte, dejar expectantes los estudios de factibilidad y el sueño bogotano del metro subterráneo.